Los cassettes van quedándose obsoletos año tras año. Aunque yo conozco gente que aún los usa en su coche o que tiene una minicadena con doble pletina, lo cierto es que el relevo tecnológico está siendo implacable y cada vez es más difícil encontrar reproductores de cassettes. ¿Y qué hacemos con esas cintas que tenemos por casa tanto en cassette como en MP3?
Una de las soluciones que les propongo es reciclarlas para “tapizar” una silla con cassettes como la que tenes sobre estas líneas. La idea es poner las cintas (o al menos una mitad de ellas) sobre el asiento y sobre el respaldo de la misma creando un mosaico de colores con nuestros mejores recuerdos musicales.
Si no quieren hacerla ustedes y prefieren comprarla, que sepamos que está a la venta por unos 140 euros y que cada pieza es original. Eso sí, la veo espectacular para una sala donde solamos tocar la guitarra o para un estudio de música. ¿Les gusta?
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